Habrá personas con baja visión que podrán comprarse las ayudas ópticas prescritas como las lupas televisión, pero a la mayoría les será difícil, por no decir imposible. Y las más desfavorecidas los pensionistas, será difícil que para leer se compren una lupa de 3.000€. Precios altos, impuestos altos y son los únicos que no están subvencionados, lo que pone a las personas con baja visión en una situación de imposibilidad de adquirir productos necesarios para la vida diaria. ¿Qué pasaría si los centros especializados, los fabricantes, los profesionales y el movimiento asociativo, se unieran y reclamaran al Gobierno que subvencionaran los productos de apoyo usados por las personas con baja visión?