Una persona con baja visión tiene la función visualr reducida. Tener reducida la capacidad de ver es como cuando uno está dentro del agua; cuanto más sumergido estás, más dificultades tiene tu cuerpo para moverse. Sin embargo, ni el agua te cubre por completo ni te encuentras fuera del agua. Así ocurre con la capacidad de ver de las personas con baja visión, cuanto más se van sumergiendo menos ven, sin llegar a la ceguera.